Ahora

No importa como fue y será tu vida. Lo esencial es lo que puedes hacer Ahora con ella. Hay rincones en el alma en donde el rencor no puede llegar pero si la alegría. Eres el único espejo de tu vida.

TU PERDON

Si tiras la primera piedra podrás darme y podre caer y pensar si quiero levantarme.Si lanzas la segunda me dolerá mucho la herida que me hagas y curará menos sino comprendo por qué me haces eso. La tercera seguramente me dejará inconsciente o me matara pero al final tu arrepentimiento me alzara al cielo más azul. Cuando es otro el que lanza la piedra nunca es comprensible ni justificado y entonces por que te la tiras a ti mismo.

Cada vez que cometes un error te juzgas y te condenas, te dices que no estas a la altura de las circunstancias, que los demás son mejores que tu. Los ves más altos, más inteligentes, piensas que ellos tienen toda la suerte, que a ti te pasó de largo, como un tren que no para en tu estación, porque no te das prisa en subirte a el, porque sólo tienes cinco minutos de reacción y cuando te das cuenta tu tren ya no esta en el anden. Notas un viento frio y de repente sientes que te tiras la primera piedra, la mas pesada, y te derrumbas pensando en lo que pudo pasar y no pasó.

Sabes que todo ese dolor lo puedes evitar, reflexionando sobre el perdón, pero en el más grande, en el mejor de todos, en el perdón a ti mismo, por darte cuenta que si te equivocas aprenderás a no hacerlo tan amenudo, porque siempre habrá problemas y siempre habrá enfermedades porque todo tiene un ciclo y tu sabes que lo que empieza también acaba, pero el trayecto no tiene por qué ser doloroso sólo tienes que pensar que eres el mejor compañero de viaje, porque tu eres el que lo decide todo. Si levantas la mano para castigarte es que hay algo en ti que no funciona correctamente. Cada paso malo nos lleva a superarnos y ser mas fuerte y el que se queda sólo con lo primero se muere cada día un poco más.

IN EXTREMIS

Te veo mirarme a través de la habitación como nunca antes. Tus manos entienden el lenguaje de mi cuerpo y me hace conversar durante un tiempo. Sólo lo justo para que mi corazón ruede alrededor de esta luna que nos observa. No voy a poner resistencia ni tampoco seré el niño bueno que esperas, si es que aun esperas. Derretido en un plato que comes y que ambos saboreamos. Mi paladar se vuelve exigente y tu alimento me llena tanto que hiere. Las paredes de mi deseo se vencen y caigo en un deliro in extremis.

LA SANTA INQUISICION

Ya había pasado un mes y unos días desde que comencé la nueva temporada de trabajo. La verdad es que el ambiente estaba tranquilo en el teatro, a pesar del desanimo en general, yo estaba de lo más normal. Seguía haciendo audiciones para otras compañias, enfrentándome a nuevos retos, nuevos sentimientos.Tratar de no juzgarme ni criticarme era mi principal deseo a la hora de enfrentarme al jurado. Ese que tanto te examina para ver si le das o no le das el perfil.

La ultima prueba para el nuevo musical me puso de mal humor, aquello parecía el tribunal de la santa inquisición, todos allí mirando y esperando a que brilles o la cagues o todo a la vez.

Fue mi mejor prueba desde hacia mucho tiempo. Eso lo sentía desde dentro. La voz me salia bastante natural y llegaba bastante bien a los agudos impuestos, y el monologo era tan dramático, que sólo con lo que expresaba el texto te dirigía al sentimiento de aislamiento que necesitaba el personaje. En fin que no me lo podía creer. El no me retumbó en toda la cabeza, me dieron ganas de entrar en la sala y pedir explicaciones. Menos mal que pude controlarme, que podía hacer, si no gustas pues te vas a tu casa con la mejor sonrisa que puedas plantarte en toda la cara y te convences que ellos se lo pierden, pero en realidad tu también te lo pierdes.

Era una semana de lo más extraña. Había tenido la suficiente fuerza para decir no al personaje que me habían ofrecido los de mi empresa y después son otra empresa la que me dice que no. Estuve desanimado en mis días libres, eso es cierto. Es bueno reflexionar sobre lo ocurrido, pero no regodearte. Hay cosas que dependen de ti y otras no. El no a mi empresa es de las mejores decisiones que he tomado nunca, porque sabes perfectamente como funciona todo y como terminará el asunto.Y la otra decisión no está en tu mano. Das lo mejor en unas condiciones que no son las idóneas, pero de eso se trata, mas allá de la decisión de otros, esta tu propio punto de vista y tus propias sensaciones.

LO QUE QUIERES

Sabía la respuesta y no me daba miedo.Tenía la certeza que si decía no, todo vendría con mas fuerza. Cómo una puerta energética que te abre otro camino, pero tienes la fe para recorrerlo, porque sabes que por donde ibas no fructifica nada, porque la tierra no esta bien asentada, bien nutrida, sólo está llena de ego y falsa prosperidad.

Yo lo sabia perfectamente, pero no quería verlo, prefería sentir que ahora se daban nuevas oportunidades, pero era palpable que la realidad era otra, por lo menos para mi. La situación es insostenible, y no quiero confundirme, pero si experimentar.

Hay que ser consciente con lo que uno quiere y como lo quiere.No basta con querer un manzana a toda costa, porque nadie te dice que esa manzana puede estar envenenada, que te va a sentar fatal. Es bueno saber que quieres la manzana, pero no cualquiera, sino una sana que disfrutes con cada mordisco y que además te alimente. No es mucho pedir, es pedir correctamente. Es el equilibrio entre tu corazón y tu cabeza.

De las cosas que no haces es mejor no arrepentirse. Las segundas oportunidades apenas se dan, por eso es tan importante darte lo que crees que te mereces en ese momento. No me gusta hacer las cosas deprisa ni tampoco hacer el ridículo en mi profesión y mucho menos imitar el trabajo de otro actor o compañero de profesión. El negarte no te vuelve menos artista, te hace menos mercenario.Un buen criterio por encima del establecido.

DOS PASOS AL FRENTE

Dos pasos al frente y uno atrás. Ahora miro el presente y al segundo lo olvido y me quedo pensando en la nada o en lo bueno que sería estar en cualquier lugar menos en este. Dejando hueco a la desilusión o haciendo la cama a la pereza. Lo bueno de todo es que me dura muy poco. Saco la motivación de cualquier movimiento o cosa que me pase por delante. Como una buena película o una canción pegadiza que hace que se te muevan las ideas al lado mas brillante de la esperanza y las ganas de hacer cosas.

De pequeño cuando no quería estudiar, me inventaba que esa frase para memorizar era una canción que debía representar en mi habitación. Mi madre se ponía como loca, pero en el fondo le hacia gracia esa forma de pasar el tiempo. Luego me tocaba la puerta de mi habitación y me gritaba que me concentrara, que tenía que estudiar, pero yo siempre lo he tenido claro, quería transmitir emociones a través de la interpretación.

Hoy he visto un espectáculo, que me ha conmovido. No por un argumento especial sino por todo en general, la música, los actores, sentir que quieres subirte al escenario y seguir trabajando en lo tuyo, que merece la pena el esfuerzo, que es posible motivar desde el escenario. Yo era ese publico y parecía que era un ñiño pequeño sumergido en la historia, todo era tan vistoso, tan mágico, lleno de muchas cosas y repleto de otras que había dejado a un lado y que he vuelto a recuperar derepente.

MI PUNTO DE NO RETORNO

Esperé que la batalla cesara, no podía seguir escondiéndome en aquel lugar. Toda olía a muerte, ni rastro de vida por ningún sitio. Salí de puntillas en la oscuridad buscando un pedazo de mi corazón roto, con la única luz de mi esperanza. Bajé por una larga escalera de caracol hacia la ansiada libertad, pero cada peldaño me recordaba las heridas que aun no había cerrado, no tenía fuerzas para seguir, pero algo en mí me decía, que allí fuera la guerra había terminado, que el fuego se había apagado definitivamente.

Pude ver la puerta de aquella prisión, no era de ningún color, ni olía especialmente, sólo giré el pomo de aquello que me separaba de la felicidad, y respiré el aire mas limpio que nunca imagine, vi el cielo mas azul, el sol mas ardiente y empecé a sentirme mejor. Todos los edificios estaban en ruinas, pero podía alejarme de allí. Estaba exhausto pero mi corazón aun latía y pude seguir andando malherido, pero ya no me sentía mal ni me flaqueaban las piernas. Supe en ese momento que había encontrado mi punto de no retorno a la oscuridad más intensa.