Nadie sabe nada, nadie puede comprender lo que cada uno vive dentro de sí. Cada persona es un planeta lleno de rincones por explorar. Yo no soy menos que los demás. Vamos desarrollando nuestras vidas compartiendo momentos con otros. Ojalá nos enseñaran a soltar, a desapegarnos a sentir que nada nos pertenece, que todo es de todos sin intentar retenerlo para siempre.
El día 21 me fui a rodar mi videoclip "Nadie Sabe Nada" y no sentí cansancio o ganar de ir a otro lugar. Sentía que estaba en el lugar correcto con la gente adecuada. Mi objetivo era formar parte de la historia que queríamos narrar. Es un cortometraje en forma de videoclip que cuenta que tenemos que escuchar nuestra voz, que cada uno tiene su proceso y que cada camino es tan especial como cualquier otro. Esta vez contaba con actores y figurantes que ayudaron a dar vida a ese mundo bajo una plantificación exhaustiva de planos y angulaciones que aportaran un trabajo de mayor calidad audiovisual a este "Punto Zero".
Gonzalo Molina en pleno rodaje de "Nadie Sabe Nada" |
El segundo día estaba con la energía a mil. Las canciones de mi álbum estaban en loop en el fantástico espacio/pub New Orleans Granada, un sitio bastante céntrico justo en calle Almona del Boqueron 10 donde la decoración daba el rumbo exacto para soltar las cadenas que te atan al sistema. Yo ahí de pie en todo el escenario y con mis tres músicos arropándome, sintiendo que todo es posible, que mi música puede tender un puente hacia fuera de mi universo personal.
En New Orleans Granada planificando la escena |
Tan cerca que puedes tocarlo |