Septiembre empezó lleno de cambios, deseaba que todo fuera un poco mas lento, porque de repente estaba de nuevo sumergido en el trabajo y mi vida familiar daba vueltas. Mi abuela había tenido un bajón de salud y yo estaba en Madrid intentando que la circunstancias no me afectaran, pero entre el calor del día y el frio de por la noche hicieron que mi garganta se apagara de tal forma que no podía articular palabra sin sentir aquel dolor punzante. Lo había somatizado todo o en realidad era producto de los cambios del tiempo.
Sé que parece una tontería pero las cosas emocionales nos juegan malas pasadas si pasan al campo físico. Una mala noticia, te puede provocar desde un enfriamiento o a un dolor muscular. Lo mismo que una buena noticia hace subir tu energía e incluso tus niveles inmunologicos.
Es muy importante la actitud. Sonreír al mal tiempo es una ventaja al desanimo y un paso hacia un bienestar emocional, pero no es fácil. Nadie dijo que lo fuera. Todos tenemos nuestras metas e ilusiones y esperamos impacientes a su cumplimiento, pero sino ocurre debemos pensar que el intentarlo supone ya un éxito, ponerte en marcha te lleva a otros caminos que nunca pensarias que estuvieran ahí para ti.
Sé que parece una tontería pero las cosas emocionales nos juegan malas pasadas si pasan al campo físico. Una mala noticia, te puede provocar desde un enfriamiento o a un dolor muscular. Lo mismo que una buena noticia hace subir tu energía e incluso tus niveles inmunologicos.
Es muy importante la actitud. Sonreír al mal tiempo es una ventaja al desanimo y un paso hacia un bienestar emocional, pero no es fácil. Nadie dijo que lo fuera. Todos tenemos nuestras metas e ilusiones y esperamos impacientes a su cumplimiento, pero sino ocurre debemos pensar que el intentarlo supone ya un éxito, ponerte en marcha te lleva a otros caminos que nunca pensarias que estuvieran ahí para ti.