Tiempo y espacio

Diciembre se presento este año caprichoso.Primer día de mes y ya tenía trabajo, quizás no el de mis sueños pero si el que el destino me tenia preparado para poder seguir avanzando en esta búsqueda de conciencia. Merida es una pequeña ciudad con antepasados romanos, se ve por todas sus equinas, desde el puente romano hasta pequeños enclaves, que descubren a esta emérita agusta.
Lo que primero me llamó la atención fue el cielo. No es que este todo el día mirando hacia arriba pero es algo que notas nada más poner un pie en su suelo. Yo venia de la gran ciudad tan apretada y grande y quizás por eso me di cuenta desde el primer momento.
Me asomo al rio que cruza el puente y veo el guadiana inmenso con los patos nadando tranquilamente y huelo a limpio a aire puro y noto que el viento se lleva mis pesadillas y las veo como se alejan, tan distintas ahora que ya no me asustan.
Me emociona que ahora no pise el escenario y que otro escenario me acoja en su seno cuya obra manejo desde mi.Es tan extraño que no sé qué pensar. Me vienen preguntas que no puedo responder pero creo que no hace falta darse cuenta de nada. Sólo de seguir andando...