Nunca quise volver a Almería de esta manera.El final estaba mas que predicho, pero aun así esperaba que la solución final no fuera tan pronto,tan inminente. Juan Carlos siempre me había tratado del peor modo posible. Mi padre era consciente pero no hacia nada para evitar la situación.Creo que esperaba que todo cambiara de la noche a la mañana pero no lo hizo sobre todo en esa época.
Nunca ha sido una persona indiferente hacia mi.A nivel energético tenia mucho que aprender pero en esa epoca no estaba yo con esa capacidad de ser analítico.Sólo era un niño y como niño desee no haberlo conocido nunca.Así de fuerte y de sencillo.
Décadas más tarde estaba sentado en aquel sillón del hospital mirándolo a los ojos y sintiendo que su vida se esfumaba y sentí que cualquier daño ya estaba curado pero no por verle de aquella manera sino por la verdad de su ojos que me pedían sinceramente perdón y yo por supuesto lo tenia para el y para ese niño que estaba en mi interior todavía dolorido y miedoso.
Hoy le he acompañado hasta su final y espero y deseo que encuentre toda la luz.
1 comentario:
Hay personas a las que su orgullo o su soberbia las hace adoptar una posición de Ser Superior que se cree con el derecho de humillar a los que considera inferiores a él. Pero cuando la fragilidad humana se hace presente, los valores cambian y uno se da cuenta que necesita de los demás, que no quiere ver más miedo en los ojos de ese niño, sino perdón y comprensión para poder caminar en paz en busca de la luz. Y es entonces cuando nuestro miedo se vuelve chiquitito, deja de doler y la serenidad ocupa nuestra alma.
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